Sábado, 8 de febrero de 2025, 17:44 UTC5 minutos

Escena de la obra llevada a la pantalla grande. Foto Especial.

Vengo a pagar una manda

Culiacán es también es tierra de una extraña fe, y este sábado de letras te tengo esta historia

Culiacán, Sin. – Es sábado de letras y les voy a compartir un texto que me pareció fabuloso en su contenido. La historia la compartió una buena camarada, quien, como muchos en esta ciudad, busca hacer unos centavos extra de muchas maneras y en sus ratos libres le pega al transporte de plataforma.

Y es que la situación en Culiacán no es sencilla, sin embargo, no todas las historias giran en torno a la violencia. Sin más preámbulo les dejo el texto, modificado por temas de estilo (el mío, ha ha) y de contexto girado en torno al “bandido generoso”... Jesús Malverde.

Nunca había conocido a nadie que fuera creyente de Malverde hasta hoy. He vivido toda mi vida en Culiacán. Aquí nací. Y nunca había conocido a nadie que fuera creyente de Malverde. Lo conocí de forma un poco fortuita. La crisis en Culiacán y la necesidad de ganar dinero extra me ha llevado a trabajar como chofer de plataforma en mis ratos libres. Esa mañana me tocó llevar a un hombre joven. La aplicación me advirtió del viaje partiendo de Soriana Abastos, al sur de la ciudad, con rumbo a la capilla de Malverde en el Centro Sinaloa.

Esta persona venía desde la Ciudad de México y llegó a Culiacán apenas el lunes último. Visitar la capilla Malverde no es un destino ajeno para la gente de fuera. Por ello no me extrañó que fuera a ese lugar porque ya me había pasado con turistas. Supongo que sienten mucha curiosidad de conocer ese lugar, así como el panteón Jardines del Humaya, ese raro camposanto con monumentos en lugar de tumbas. La cultura relacionada al mundo del narcotráfico ha generado un submundo, una especie de turismo alternativo en la ciudad que nada tiene qué ver con el llamado turismo de negocios.

Por ejemplo, he conocido casos de gente que quiere visitar los narcotúneles por donde se escabulló en más de una ocasión el Chapo Guzmán. Gente que paga dinero por esas guías. Ahora mismo no creo que sea posible. La ciudad es un polvorín desde hace casi cinco meses. Un día matan y al otro también. Desapariciones de personas y casas y negocios incendiados.

Sin embargo, el hombre joven iba convencido en el asiento trasero de mi Mitsubishi. Se me hizo extraño. Después pude descubrir que él sí es devoto y fue a pagar una manda que le hizo. Así me dijo. Vengo a pagar una manda. Esa costumbre de la gente de fe, pidiendo un favor a alguna deidad, y una vez concedido, hay que pagar la ofrenda. Él pidió que lo acercara para acá y le consiguiera buena chamba. Es trailero y se vino solo con una cobija y algunos trapos. Dejó en la Cedeemeequis a su esposa e hijos. Quiero pensar que les enviará dinero cuando comience a ganarlo. No sé cuánto le habrá dejado porque me comentó que luego iba a volver a dejarle lo demás. Me explicó que le había prometido que el primer pago de una chamba iba a ser para él, para el bandido generoso, y que lo había dejado en su casa: una bolsa con puras monedas de cinco y de diez pesos. Un tesoro según la expresión de sus ojos.

Durante el camino le recomendé que fuera al tianguis el domingo para que comprara cosas que le hicieran falta. Además, ahí puedes echar un taquito y otros lugares para dar el rol, le dije. También le di instrucciones para ubicar puntos de interés más fácil en la app. Luego hice una broma en serio. Hazlo temprano porque hay balaceras. Espero haya entendido mi chiste en serio. Finalmente llegamos y lo dejé en su destino. Le deseé mucha suerte y mucho éxito. Nos despedimos.

Y así conocí a un chilango devoto de Malverde y que quería venir a trabajar acá. Una ciudad que no ha descansado de la violencia desde septiembre, y que su gente nos rehusamos a perderla. Me dijo, vengo a pagar una manda. Y la pagó.

Fin.

Muchos locales conocemos la historia de Jesús Malverde, y la mayoría no somos devotos. Incluso la misma fe cristiana no lo ha reconocido como tal, pero la gente es caprichosa. Por eso año con año vienen miles de personas de fuera de la ciudad e incluso de fuera del país.

Sus creyentes lo festejan cada 3 de mayo. El año pasado fue su 115 aniversario. Recuerdo que fui a reportear el evento. La locura. Les dejo un texto de ese entonces.

https://www.proceso.com.mx/nacional/2024/5/4/celebran-115-anos-de-jesus-malverde-el-santo-del-pueblo-adorado-por-el-narco-328366.html

Por último, les recomiendo también la lectura del texto dramático de Óscar Liera, el jinete de la divina providencia, no tiene desperdicio. Esta obra además tuvo una adaptación al cine en 1989, dirigida por Óscar Blancarte.

Y recuerden que este espacio para compartir sus historias y está siempre abierto. Cada sábado estaremos realizando este ejercicio. Pueden hacer llegar sus textos al correo elaaronibarra@gmail.com o en mi cuenta de “xuirer” @aarontuit.

 

 

 

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Aarón Ibarra

Reportero Independiente de tiempo completo

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