Sábado, 1 de febrero de 2025, 2:42 UTC • 3 minutos

Tres bolsas
Una vez más la FGE es atacada por el crimen organizado en Culiacán
Culiacán, Sin. – ¿Cuántos casquillos caben en un par de bolsas de plástico? Esa reflexión se construía en mi cabeza mientras miraba la foto que un amigo y colega me pasaba. Cuántas. Mientras reflexionaba, noto que está mandando una nota de voz por WhatsApp. Me hizo esa misma pregunta. ¿Cuántas casquillos de balas disparadas en cinco minutos caben en bolsas de plástico? No lo sé, pero llenaron tres. Mi colega me dio una respuesta mientras miraba la fotografía del perito recogiendo las balas. Casi en hinojos, con una cachucha para cubrirse del sol, recogía los restos metálicos disparados.
“Un mundo de balas, loco. Andaban tres de esos con las bolsas llenas de casquillos. No he visto el dato, pero fueron como cinco o seis minutos de disparos según los testigos de la zona”, me dijo.
El atentado fue en la esquina del bulevar Las Torres y Jesús Kumate, al sur de Culiacán. Muy cerca de la carretera a Eldorado, la cual ha sido escenario en múltiples ocasiones de “topones”. Para quienes no lo sepan, un topón es cuando grupos rivales se encuentran y comienzan a dispararse a discreción. Se topan. Se miden. Disparan. Huyen.
Pero este no fue topón. Fue una agresión directa a la Fiscalía General del Estado (FGE), que en menos de un mes ha visto a tres vinculadas a la corporación ser blanco de ataques directos.
El primero fue contra el ex investigador Luis Alberto N, de 45 años. Fue levantado el miércoles 22 de enero en las cercanías de Cañadas cuando llevaba a su hija a clases. A la mañana siguiente fue ejecutado afuera del Congreso de Sinaloa y con su cuerpo un mensaje. Esperen el video.
El video fue circulado. El ex investigador privado de la vida era interrogado. Durante el interrogatorio da una serie de nombres de agentes y mandos de la Fiscalía que presuntamente operan para una de las facciones en disputa desde el 9 de septiembre.
Entre sus dichos señaló al comandante “Canelo”, herido en el atentado de esta mañana de viernes 31, en un atentado realizado apenas una semana más tarde de la ejecución de Luis Alberto N.
Y mientras el ataque sucedía, en los alrededores la gente buscaba resguardarse. El ciudadano común aprendió a desarrollar un oído que distingue las ráfagas al aire de los enfrentamientos. Esas que la autoridad ha insistido en desestimar o buscar “desmentir” mediante comunicados.
La gente los graba. No es que salgan a la calle a reportear. Solo se tiran al piso, y ahí comienzan a grabar video, más para captar el rugir de las armas que por captar una imagen. La orquesta de balas es terrible. Infunde un miedo terrible.
Horas más tardes Mazatlán se teñía de rojo también. Una persecución a tiros dejó cuando menos cinco muertos, de acuerdo a medios locales. El gobernador allá estaba. Además, en el Carnaval Internacional buscan “echar la casa por la ventana”. ¿La casa de quién? Traen a Plácido Domingo. Alrededor de 8 millones de pesos que no han querido decir de dónde salen, ya que en este año habrá inversión privada.
En el pasado ya hubo cancelación de eventos. Primero el Grito de Independencia. Luego la Feria Ganadera y el Palenque. La economía lo sufre. La seguridad no es un asunto resuelto. Dicen que no se ha desbordado, pero los videos e imágenes dicen todo lo contrario. También los más de mil desaparecidos (de acuerdo a datos de la FGE), y también las tres bolsas llenas de balas.

Aarón Ibarra
Reportero Independiente de tiempo completo