Culiacán, Sin. – El reporte lo fijaron en cero. No había sido la primera vez. La autoridad manifestó que los operativos para inhibir la criminalidad estaban funcionando, pero aun había que trabajar más. La situación de inseguridad no estaba controlada, pero los asesinatos tienen una tendencia a la baja. Eso fue el martes 11 de febrero.

Desde las administraciones estatal y federal aseguran que la tendencia ha sido de un 24 por ciento menos. Algo así como pasar de seis a cuatro asesinatos cada 24 horas.

Los días cero indicendia suceden. Pero eso no signfica nada.

Meses atrás, apenas comenzaba el conflicto, el entonces comandante de la Tercera Región Militar, el general de División, Francisco Jesús Leana Ojeda, manifestó que el conflicto entre grupos rivales del crimen organizado terminaría cuando los grupos antagónicos dejaran de confrontarse entre ellos.

“Queremos que sea lo más rápido posible (el fin del conflicto), pero no depende de nosotros, depende de los grupos antagónicos y que dejen de hacer su confrontación entre ellos y que estén dejando a la población en paz para que vivan con tranquilidad”.

Las declaraciones fueron el domingo 16 de septiembre. Se iba a cumplir apenas una semana desde el primer choque. En ese momento causó indignación la declaración. Leana Ojeda fue relevado en el cargo más tarde. Eso ocurrió a principios de octubre.

Pero las declaraciones de Leana tenían una carga verídica enorme. Es decir, una verdad tan grande que no se puede medir a través de indicadores y estadísticas. Estadísticas que apenas el fin de semana último contabilizaban apenas 2 muertes violentas el viernes 14 y cero en el sábado 15.

La cosa cambia horas más tarde, durante el domingo. Ese día se reportan siete asesinatos.

Y los dichos de Leana se reforzaron todavía más con un enfrentamiento que derivó en una persecución a tiros. Mueren tres presuntos gatilleros, pero quedan personas heridas, muchas víctimas indirectas del enfrentamiento.

Esto ocurre la tarde noche del lunes 17. Ahí, personas recibieron disparos de forma “colateral”, entre ellas un pequeño de 5 años y una adulta mayor de 68. Ambos siguen convalecientes.

El enfrentamiento se extendió desde el oriente de la ciudad de Culiacán hasta el sur. Es decir, algo así como 7 kilómetros entre una y otra ubicación. En ese trayecto se dispararon. La autoridad no los frenó. Llegó cuando todo terminó.

Y al respecto no hay, hasta la realización de este texto (más de 16 horas después del enfrentamiento), una versión oficial sobre los hechos. Las conferencias de vocería se cambiaron para apenas dos días a la semana, y la semanera del gobernador es nada más los lunes.

Pero la gente dejó de informarse en esos canales. Prefieren los datos que se pasan de persona en persona en canales y grupos de WhatsApp y Telegram. Es ahí en donde se informan de absolutamente todo. Fue así como conocimos la historia de los adolescentes corriendo por una de las calles de la colonia Ampliación Pemex. Despavoridos buscaban guarecerse de los disparos.

Ese lunes de febrero hubo 12 muertes violentas en Sinaloa, nueve de ellas en su capital.

Y la autoridad nada más guarda silencio. Todo quedó dicho el domingo 16 de septiembre. Leana siempre tuvo razón.