Culiacán, Sin. – Es contradictorio. De luz y sombra. El coloquio que se aplica es la palabra claroscuro. Explica las contradicciones o contrapuntos en una situación. Una sola prisión ha tenido miles de pesos en sistemas de radiocomunicación. En poco más de una semana han desfilado desde artefactos para obtener internet satelital a celulares de gama alta. En contraparte son 22 escuelas planteles educativos que no tienen energía eléctrica. Todo esto sucede en Culiacán.

El miércoles 5 de febrero fue asegurado en el penal de Aguaruto un Starlink cuyo precio oscila entre los 5 y 7 mil pesos además de una renta mensual de mil 200. Y dos días más tarde encontraron otro par. Al menos uno de ellos fue ingresado desde abril del año pasado, es decir, operó al menos nueve meses.

El viernes 7 un puño de madres y padres de familia fueron a plantarse a las oficinas de la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC). Son en total 38 planteles adscritos a esta dependencia los que no tienen energía eléctrica en el estado. Pero los penales están muy bien comunicados. Con celulares de gama alta, bandas anchas y módems para brindar internet. Todos esos son artefactos alimentados con energía eléctrica. En contraparte, a las escuelas les cortaron la luz porque consumen más energía de lo permitido.

Al menos así lo advierten en una de las primarias afectadas. Eso fue lo que les explicaron a los directivos y familiares de las niñas y niños que estudian en la primaria Antonio Orozco, según consigna la periodista Belem Angulo.

https://www.noroeste.com.mx/culiacan/leer-en-la-oscuridad-y-lidiar-con-el-calor-afecta-la-salud-de-alumnos-de-sinaloa-que-asisten-a-clases-en-escuelas-sin-luz-electrica-IE10636608

Pero en el penal de Aguaruto gozan de todas las comodidades. Así lo consigna Alejandro Monjardín. El año pasado, entre el 8 y el 10 de abril ingresaron una antena Starlink, un refrigerador y diversos artículos sin ser revisados.

https://riodoce.mx/2025/02/10/descubren-a-custodios-sobornados-con-aguacates/

La impresión que puede dejar todo esto es que es a través de la corrupción en que se logran no solamente los derechos más básicos o simples, sino que se ganan privilegios. Y la niñez sinaloense, sobre todo la de Culiacán, tiene una cuesta muy arriba. No solamente tienen que estudiar entre riesgo y conatos de enfrentamientos, aprendiendo un protocolo de “seguridad”. Viven bajo el estrés diario de la violencia exacerbada y algunos con ausencias terribles en sus casas. Además de todo esto se enfrentan también a un sistema educativo que les ha fallado en casi todo.

Y ni el gobierno municipal como el estatal les han resuelto. Esto se viene arrastrando desde diciembre último. Hay versiones de que algunas escuelas sin luz son utilizadas por las noches por grupos armados para acampar. No se ha confirmado esto, pero es la preocupación. Y si no hay denuncia es por sentido común y mucho miedo.

Pero en el penal, el lugar destinado a purgar penas por delinquir, tiene todo tipo de lujo en su interior. Son los claroscuros de una ciudad que parece haber sido abandonada a su suerte.